sábado, 16 de julio de 2011

UN CUENTO CHINO

Al fin llegamos al viernes por la tarde, y mi esposo y yo nos adentramos al fascinante momento de buscar una película (¿?)que nos lleve regresar al cine de verdad, el de butaca y el del inconfundible olor a palomitas calientes y saladas por doquier. Lugar, por cierto, que cada vez "visitamos" menos. Será el ADSL de telefónica o de la competencia, o que todavía no está en vigor la LEY SINDE como se buscaba, y puede que con tanto problema y corrupción no llegue del todo a ver la luz del día. En fin, como decía, los que nos quedamos apaciblemente en casa, disfrutando en calidad "aceptable o no tanto" todo lo que "we can downloand" de Internet; buscamos una escapatoria y...
La cartelera esta semana, no nos ofrecía su mejor "color". Entre tantos alumnos o ex-alumnos de Hogwarts..( para que decir su nombre si ya lo anuncian hasta el cansancio), súper robots que destruyen todo a su paso cuando alguna vez salvaron la tierra, resacones y demás...vamos que cuando ya casi habíamos tirado la toalla, en el céntrico cine de la Plaza de Jacinto de Benavente, muy cerca de las trincheras de los "indignados"... nos llevamos la grata sorpresa que aún había una historia que merecía ser vista.
Una película hispano-argentina titulada "Un cuento Chino". Estábamos tan alejados de ser los cinéfilos de antaño, que dicha cinta había sido estrenada casi un mes antes, el 17 de junio, para ser más exacta, en España.
Eso explica porque en la sala de cine éramos tan pocos. Da igual, una película que no se ve en los mega centros comerciales, cuyos nombres ya sabemos de memoria, no hace mucha taquilla. ¿O si? En argentina llegó a ser número uno.
Lo más curioso de la historia, que obviamente no desvelaré tanto, para que vayan a verla, está basada en un hecho real de lo más increíble. Infelizmente trágico, y esto es lo poco que diré, de como una vaca puede caer del cielo y desatar la desgracia. Por cierto, si ya están dispuestos a verla, no se vayan en los créditos, que se desvela la noticia tan fortuita y absurdamente dramática, que inspirara al director y guionista argentino Sebastián Borensztein.
La trama puede que no sea tan original, pero la manera en como se narra la historia, los detalles del "buen cine", el tratamiento de planos y cámaras e inclusive la banda sonora hacen que sea totalmente recomendable.
Un acercamiento a la soledad en su intemporalidad en el tiempo, esto lo maneja muy bien el director, la no explotación de la historia de amor, que podía a ver opacado la relación de los dos protagonistas: el ermitaño y ausente ferretero de Buenos Aires, y el caído en desgracia joven chino. Si a esto se le suma que no comparten costumbres ni el mismo idioma, las situaciones que entrelazan a ambos personajes son completamente hilarantes. Una historia muy bien contada, que pasa de la comedia al drama sin desentonar en clichés o exageraciones.
¿Otra razón para verla? Las actuaciones son estupendas, especialmente de Ricardo Darin, me tiene sin cuidado que diga "palabrotas cada minuto en cada una de sus películas" es tan buen actor, que todo lo borda bajo una absoluta naturalidad, de lo mejor del cine argentino y en mucho tiempo. Me hice fan de él, desde "Nueve Reinas", pero con la cinta "El secreto de sus ojos" fue cuando me volvió a arrancar unas lágrimas y me tocó el corazón, como antaño lo hiciera "El hijo de la novia".
Dejando mis sentimentalismos de lado (al fin y al cabo soy mujer por mis cuatro costados), no dejen de ver esta película, que como decía, es una producción hispano argentina, con la colaboración de TVE y con la financiación del plan ICO, no han leído mal...ICO, para aquellos detractores que decían que este plan de financiación económica no valía un pimiento os lo cuento de verdad.
En medio pues de tanta crisis, cansancios en masa e indignaciones populares, el verdadero cuento chino, puede que sea lo que nos quieren hacer creer los políticos nacionales o Merkel y Cia., el Banco Central Europeo, los resultados de los test de Core Capital "1" de las instituciones financieras de los países de la Unión, o el número de parados que nos dice el gobierno...quién sabe, a lo mejor si cae una vaca del cielo ¿ por qué no podemos esperar que la solución a tanto desmadre también caiga del mismo sitio?
Mejor dejamos de lado las "pajas mentales" y pensamos en disfrutar de un buen largometraje, que por lo menos, hace merecer comprar una entrada y regresar a las salas de cine, que no es poco.

1 comentario:

Isabel dijo...

Un día estuvimos a punto de entrar al cine y entre ella estaba ésta, pero al final no nos decidimos por ninguna. Otra no muy comercial que está ahora en cines y tiene buenas críticas es Win Win.