domingo, 28 de abril de 2013

EL FUSIL DEL POETA


 

“De aquel, que armado de una rosa, viajó por los pueblos de los sueños…

 A Javier  (1942-1963)

La primera vez que escuché la hermosa composición de Chabuca Granda, en aquel departamentito en pleno corazón de San Borja, una curiosidad emanó de mi ser¸ ya que con toda la ilusión del mundo, tenía entre mis manos el CD de Susana Baca “Espíritu Vivo”.

Cuando uno es joven, estudiante y tiene la convicción de que puede cambiar al mundo, cualquier descubrimiento es importante, y alimentamos nuestra ansia de aprender, entender y actuar, con la inocencia y la curiosidad incansable de un niño.  A veces, ese ímpetu por saber y aprender  nos hace ver solamente lo que queremos ver. Es así como entonces, no entendí la conexión de esta canción, con la vida de un poeta, cuya obra había leído en el colegio (fragmentos de sus obras Río y El viaje).

El fusil del poeta es una rosa, es una de las canciones de este trabajo musical, que marcó un antes y un después en mi vida. La propia cantante comenta en el CD que estuvo con la compositora Chabuca Granda en los momentos en que de su arte, brotaron aquellas palabras, un hermoso poema, convertido en música. (1)

La famosa compositora peruana lloraba así (2), la muerte prematura del poeta JAVIER HERAUD PÉREZ, un joven limeño de clase alta, que por sus ideales, se convirtió en un mártir de la revolución, un poeta guerrillero, que tal vez nunca usó un arma contra otra vida. Si acaso con su único armamento, la metralla de la palabra, cual “granada en verso detonado” como explica la propia Chabuca, en una parte de su canción... “va ganando la guerra con su rosa…”. Esta última frase citada, no puede ser más elocuente y clara, ya que escrita en gerundio, la acción queda inmortalizada para siempre; porque no está definida ni por el tiempo, el modo, ni el número ni la persona. Es así, como siempre le recordaremos.

Javier, representa el idealismo de una juventud perdida, la sensibilidad de un artista, un poeta, cuyos deseos de libertad, justicia, y un eterno amor por su patria, a la cual veía desangrarse día a día; labró un camino en su joven corazón,  que lo llevarían a la política ( se  inscribe en las filas del Movimiento Social Progresista –MSP de tendencia Social-Demócrata), luego a la revolución ( Fidel Castro y su revolución cubana terminarían de moldear su espíritu inquieto) (3)  y finalmente a la muerte, a los 21 años de edad, en aquel río de Madre de Dios.

En los últimos  meses de su vida, escribe poemas en La Habana y en La Paz, bajo el nombre de Rodrigo Machado, seudónimo utilizado como militante del Ejército de Liberación Nacional del Perú (ELN). Es justamente desde la Paz, en donde emprende su retorno a la patria, a luchar “su guerra contra el imperialismo”, justo cuando el General Godoy  regía los hilos de la dictadura militar, después de realizar un golpe de estado en 1962, en plenas elecciones, al término del mandato presidencial de Manuel Prado.

La época convulsa que lo tocó vivir enmarcó su trágico final, del cual él mismo, en una parte del poemario El viaje (1961), describe con antelación a tales hechos  “Yo no me río de la muerte”:

Yo nunca me río

de la muerte.

Simplemente

sucede que

no tengo

miedo

de

morir

entre

pájaros y arboles…

La miraré blandamente

(no se vaya a asustar)

y como jamás he reído

de su túnica, la acompañaré,

solitario y solitario.

 

 

Se dice que aquel 15 de mayo de 1963 en Puerto Maldonado, veinte y nueve disparos le alcanzaron, cuando él y otro compañero de lucha, huían en una canoa sin rumbo. No estaban armados, y aquel compañero herido, tenía una bandera blanca en sus manos. Pero los militares siguieron disparando, y los civiles, desde lo alto del río, desde la ribera. El agua se tiñó para siempre de su sangre.

 

Las balas eran explosivas, ya prohibidas de usarse en la guerra, una de ellas le alcanzó el estómago tal como describe de manera valiente y conmovedora su padre Don Jorge A. Heraud Cricet; en una carta dirigida al director del diario La prensa el 23 de mayo, ocho días después del vil asesinato.

Toda Latinoamérica se conmovió por lo ocurrido con aquel joven poeta, en Perú las protestas de Cesar Calvo (su entrañable amigo y poeta), de Reinaldo Naranjo, de Arturo Corcuera, de Gustavo Valcárcel y de todos los intelectuales de la época, gritaron junto al padre de Javier, en unísono contra la barbarie cometida.

 

El gran Pablo Neruda  escribiría: “…Honor a su memoria luminosa. Guardaremos su nombre bien escrito. Bien grabado en lo más alto y en los más profundo para que siga resplandeciendo. Todos lo verán, todos lo amarán mañana, en la hora de la luz”.

 

Aconsejo finalmente que vean un reportaje sobre él, que realizó Canal N en el 2003, con motivo de la celebración del cuadragésimo aniversario de la muerte del poeta guerrillero, cuyos restos actualmente reposan junto a su padre en la ciudad de Lima.

 

La mejor arma, dicen algunos es LA PALABRA, y la historia de este joven limeño debería de servirnos como reflexión, de que ante todo lo que no es correcto en la vida, no es suficiente, la mera contemplación de acontecimientos.  La violencia no es ni será nunca la respuesta. Pero las injusticias, los asesinatos, la pobreza y la desigualdad social siguen siendo tan antiguos como nuestra existencia en civilización.

Es fácil no mirar desde nuestros “asientos cómodos”, de una vida feliz y normal, algunos dentro de los que estamos en una clase media venida a menos, otros  desde una posición adinerada, que nos  hace perder el sentido real de las cosas.

Que en pleno siglo XXI, hay gente que es asesinada, que muere de hambre, que es vulnerada, que la corrupción y la crisis de valores actual, no es más que un mismo río que nace y muere en el mar de nuestra cobardía, de nuestras ambiciones... una sed de poder y codicia que alimenta sus aguas.

Entonces ¿Cuántas guerras, cuántos fusiles tendrán que dispararse? ¿Cuántos Javier Heraud tendrán que seguir muriendo? Una vez más este maldito y bendito gerundio.

Pues, ¿En qué margen  y en qué ribera estamos?

 

Que disfrutéis  del siguiente enlace, Chabuca canta su propia composición una grabación inédita que se realizó el 13 de junio de 1968, una verdadera joya, cuyo texto habla por sí sólo:

 

 
(1)    Durante años creí que esta obra era de un anónimo. Ni siquiera había ojeado por completo el contenido del disco de Susana Baca que comprara en el 2002.
(2)    La gran Chabuca inmortalizaría hasta en 2 ocasiones más, la vida del poeta, con dos obras musicales: “Las flores buenas de Javier”  y  “La camisa”. Esta última se internacionalizó a través del cantante español Raphael en la década de los setenta.
(3)    El poeta al renunciar al Movimiento Social Progresista, por su falta  de ideología coherente diría“…“De ahora en adelante, me enrumbaré por la ruta definitiva donde brilla esplendorosa el alba de la humanidad.”
 

sábado, 13 de abril de 2013

The Sessions


Muchas veces nos dejamos llevar por películas de “digestión fácil”, resultando casi igual que la comida china, con el perdón de la expresión, que al cabo de una hora es como si no hubiéramos comido nada.

Me refiero aquellas sensaciones tan preconcebidas y cuadriculadas, en donde  ya sabemos de antemano  las emociones que experimentaremos ante la gran o pequeña pantalla; y me refiero  a la lágrima lacrimógena del  drama ñoño y excesivamente cursi o trillado, o al film de acción más gamberro que incluso puede llegar a divertir, pero que  sabes que el guión era lo de menos, o tal vez, a aquella película de terror llena de litros de sangre por escena. No quiero dejar fuera el género de comedia o el de ciencia ficción, que muchas veces llegan a ser demasiado políticamente correctos en el primer caso, o demasiado técnicos en el segundo.

Pero de vez en cuando, surgen películas que “nos hacen pensar para luego sentir, o lo que es mejor, sentir para luego pensar” según lo que cada uno prefiera. En este selecto grupo, de acuerdo a mi humilde experiencia, se encuentra The Sessions,  un film del año 2012, dirigido y escrita por  Ben Lewin y protagonizado por un extraordinario John Hawkes, una estupenda Helen Hunt’s y un más que correcto William H. Macy .

El film nos transporta a la pletórica  visión sobre la humanidad, el amor, el sexo y las relaciones humanas, a través de la incansable búsqueda de un hombre, Mark O’Brien.  Esta película se basa en hechos reales, en una parte de la vida de este  poeta y periodista  norteamericano que falleció en 1999 a la edad de 49 años, a quien su enfermedad no le limitó en lo absoluto. Una poliomielitis muy aguda, lo dejó tetrapléjico durante su infancia, confinado el resto de su vida a una máquina y un pulmón de acero.

Sin lugar a dudas una tremenda historia real, de superación y de positivismo ante la vida. Mark era un profundo creyente católico y decía que eso le llevaba a sobrellevar su “estado”. Estudió y se graduó de la Universidad de California, en literatura anglosajona y fue admitido en la Escuela de periodismo de Berkeley.

La película de Lewin, se basa en su ensayo "On Seeing a Sex Surrogate” que se publicó en 1990. El film nos relata los casi 11 últimos años de vida de Mark, es decir, cuando a los 38 años decide perder su virginidad con una terapeuta sexual y con la orientación espiritual de su amigo sacerdote Brendan ( un excelente William H.Macy), experimentando aunque tarde, el amor y el sexo en todo su albedrío, una vez vencido los miedos, las culpas y los prejuicios, tabúes de su propia existencia.

En lugar de estar ante un fuerte drama, la película trata la “intimidad” con una explicitud y una honestidad tan profunda que pocas veces se ha visto en el cine. El guión es sobresaliente por su mordaz inteligencia. Nos ofrece una profunda armonía entre la emoción, la sensualidad, la ironía y la sutilidad de su temática, desarrollando a los dos personajes principales en una perfecta simbiosis de sentimentalidad  compleja, franca y sin tapujos, en dos niveles: el físico y el espiritual. El resto del reparto también es digno de mención como la cuidadora de Mark, Moon Blodgood.

 

Hawkes  realiza una actuación notable como Mark O’Brien, todo un escándalo que no haya sido nominado a los premios Oscar. Y he de agregar, que en mi humilde opinión al haber visto Lincoln, el gran Daniel  Day-Lewis no hubiera podido hacer nada ante el enorme trabajo actoral  de este hombre. Su transformación física es impresionante, inclusive su voz (recomiendo verla en V.O.) con un timbre muy parecido al original…conectas con él desde el primer momento, su interpretación  arranca ondas de emoción, con la profunda personalidad asustadiza e inocente de su personaje, que de forma especial, formula los avances, retrocesos y esperanzas, a lo largo de todo este “extraño viaje sexual”.  Una oda a la vida, a través de un calmado e intenso discurso de Hawkes, que en su interior se refleja en un fuerte grito, por buscar y encontrar  algo que se la había sido negado durante mucho tiempo.

Helen Hunt’s en el papel de la terapeuta sexual para discapacitados, Cheryl Cohen-Green simplemente aborda con una naturalidad, honestidad y profundidad su personaje, desnudos incluidos; que junto con Hawkes dejan escenas memorables en el film, en especial cuando en la intimidad, ambos conforme avanzan las terapias, van quitándose “velos” hasta realmente conectar. Me declaro fan de esta mujer, por favor ¡que le den más papeles y siga haciendo cine!

El director Lewis, moldea de forma refrescante la forma de abordar el sexo con bastante claridad, como si fuera un manual para todos aquellos que quieran disfrutar del mismo y empiecen a conocer su cuerpo. La objetividad de las notas que graba en su magnetófono Cheryl y los precisos pasos que da resultan ser un proceso de iniciación sexual nada engominado y sin medias tintas, dejando en evidencia que se puede hablar de sexo sin tapujos, separando sin ambages sexo y amor.

Simplemente, al terminar de verla te cuestionas sobre lo “discapacitados que podemos llegar a ser emocionalmente”.

 La historia de este increíble hombre, nos hace despertar de un profundo sueño, creado de prejuicios, culpabilidades, eternos miedos y un largo etcétera...que nos impide entender el mayor milagro, creado por Dios, la existencia humana y sus relaciones.

Finalmente os dejo un pequeño poema de Mark, que aparece en el epílogo de la película:

 

 

Poema de amor para nadie en particular”

Déjame tocarte con mis palabras.

Ya que mis manos yacen inertes

como guantes vacíos.

 

Deja que mis palabras golpeen tu pelo,

se deslicen por tu espalda y cosquilleen tu vientre.

Ya que mis manos, ligeras y libres como ladrillos,

ignoran mis anhelos y rehúsan obstinadamente

llevar a cabo mis deseos más silenciosos.

 

 

Deja que mis palabras entren en tu mente

llevando antorchas.

Admítelas voluntariamente en tu ser.

Para que ellas puedan acariciarte

suavemente desde dentro.

 

Por cierto, es incomprensible  que en español el título sea “seis sesiones de sexo”

No dejéis de verla.
http://www.youtube.com/watch?v=Fy2y7UIpgP4